Podemos encontrar muchas bases de maquillaje pero, ¿sabes cuál es la que mejor te viene?
Para elegir un buen maquillaje hay que tener dos puntos claros: Qué tipo de piel tienes, y cuál es el color que mejor se adapta a tu piel:
• Si tu piel es grasa o mixta, un maquillaje anti-brillo que cubra y además incorpore polvo, matificará tu piel en un solo paso y evitaremos sobrecargarla con polvos compactos, que cuando se mezclan con la grasita de la piel elimina la naturalidad del maquillaje.
• Si tu piel es seca, el maquillaje debe ser muy hidratante y ligero porque si no, aparece el efecto “máscara” rápidamente. Si este tipo de piel no tiene imperfecciones, las cremas hidratantes de color le encajan perfectamente.
• Y, por último, las pieles maduras. Este tipo de piel es el más complejo de maquillar, porque si no damos con el maquillaje adecuado, en lugar de disimular las arrugas las haremos más visibles. Para maquillar la piel madura, utilizaremos un maquillaje nutritivo y cremoso y lo aplicaremos en pequeñas cantidades. Para finalizarlo, le daremos unos toques sutiles de polvos y unos puntos de iluminador para “alegrar” la piel.
En cuanto al color, seguiremos una regla muy importante:
• Para pieles blancas rosadas: Colores beiges
• Para pieles blancas grisáceas: Colores rosados
• Para pieles morenas amarillas/anaranjadas: Colores violáceos
• Para pieles morenas grisáceas: Colores anaranjados
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